Uno de los más lúcidos dirigentes del primer partido marxista leninista cubano desde los tiempos de la tiranía de Gerardo Machado.
Combatió a la dictadura de Fulgencio Batista y se incorporó a la lucha insurreccional en la Sierra Maestra.
Luego del triunfo de la Revolución, fue miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y ocupó altas responsabilidades, entre ellas vicepresidente del Consejo de Estado.